De universos alternos(...) 3

Advertencia: Mordocest. Spoiler del capítulo "Mordecai y los Rigby's".

Nota: Las versiones rockstars serán llamadas "Murdercai" y "Rigbone", con el único objetivo de evitar confusiones más adelante cuando se junten todos.

Capítulo 3: "¡Veo doble!"

—Hola Mordecai…

El arrendajo asustado abrió los ojos tratando de removerse, encontrándose que estaba inmovilizado por el cuerpo contrario, en su rango de visión, solo habían unos anteojos oscuros.

— ¡Ah! —Se sentó de golpe haciendo que su pico golpeara algo duro, que pronto pudo reconocer como otro pico, el contrario lo soltó para llevarse las manos a la boca soltando gruñidos y groserías demostrando lo mucho que había dolido.

—Por la mierda… Hijo de…—gruñía entre dientes Murdercai acariciándose la zona afectada, el más joven había golpeado justamente el punto más sensible, le había dolido como los mil demonios, pero trataba de controlarse para no decir las palabras equivocadas y arruinar para siempre la oportunidad dorada que se le presentaba. En medio de la oscuridad los sonidos se proyectaban mejor, haciendo llegar rápidamente la risa estruendosa de un mapache conocido— ¡Cállate! —Le riñó con voz nasal tirando una almohada a ciegas.

— ¡Ja! ¡No me diste! —Respondió una voz medianamente ronca desde el otro lado de la habitación.

— ¿Rigby? —Pensó extrañado Mordecai sin entender nada de la situación, fue entonces que una fuerte luz le encegueció, dejando ver que encima de él estaba un arrendajo azul igual a él, con el ala extendida a un lado, junto al interruptor de la luz que acababa de accionar, mientras con la otra ala se acariciaba el pico, sus dientes se mantenían apretados y aunque sus anteojos de sol no permitían ver sus ojos, la dirección de su cabeza dejaba ver hacia donde miraba.

— ¡Deja de mirarme así! No te conviene amenazarme si quieres que siga sosteniendo a este…—Mordecai con la parte inferior inmovilizada por las piernas del ave sobre él logró girarse lo suficiente como para conocer el origen de la voz, viendo un mapache con la cola medio rasurada sosteniendo las patas de su mejor amigo tras su espalda, este último de panza sobre el trampolín y con su cabeza cubierta de ropa evitando de ese modo que se quejara— venga Murdo, viólalo pronto que quiero volver a casa…

El arrendajo de abajo entró en pánico con esas palabras ¿a qué se refería con violarlo? Murdercai en tanto tomó la otra almohada que estaba detrás del menor y se la arrojó tan fuerte como pudo, haciendo que Rigbone cayera al piso, liberando al otro mapache en el proceso.

— ¿Qué está pasando? —Rigby se levantó con los ojos entreabiertos y expresión adormilada, sin ser muy consciente de lo que ocurría—ouch… ¿por qué me duelen los brazos?

— ¡Corre, hermano! —Chilló Mordecai empujando al arrendajo sobre él que ante la sorpresa no pudo hacer nada más que caer cama abajo, el mapache pareció reaccionar y se lanzó a la puerta, seguido de cerca por su amigo, no contaban con que inconveniente o convenientemente Benson abriese la puerta justo en ese momento dándoles en plena cara y haciendo que cayeran al suelo momentáneamente inconscientes.

— ¡Mordecai! ¡Rigby! ¡¿Qué es este esca-?! —Se calló de súbito al ver a los dos roqueros de pie en medio de la habitación y a los empleados que tan bien conocía tirados en el suelo— ¿Qué…?

—Oh, ¡me acuerdo! —Exclamó el mapache frotándose la cabeza con una sonrisa.

— ¡Claro! ¡Es Benson! —Respondió el arrendajo correspondiendo el gesto, pero en ninguno de los casos parecía una sonrisa de nostalgia ni de felicidad por verlo… Sino unas maliciosas—este tipo nos odiaba…

—Nos hacía la maldita vida imposible en el trabajo…—afirmó Rigbone acercándose lentamente a él al igual que su mejor amigo.

—Ehh…—Benson comenzó a retroceder y cerró de un portazo, pronto se escucharon sus metalizados pasos corriendo por el pasillo. El dúo de treintañeros se echó a reír.

—Bueno, realmente no me caía tan mal—se carcajeaba el ave.

—No, a mí tampoco—estuvo de acuerdo con él el mamífero.

—Pero ya…—dejó de reír—hay que comenzar a tomarse esto en serio…—vio a los dos animales tirados en el suelo—bien… Dame a Rose…—Pidió extendiendo el ala, el de cola medio rasurada levantó una ceja.

— ¿A Rose? ¿Se supone que debía traerla? —Mostró sus patas vacías.

— ¡¿No la trajiste?! —Le miró enojado.

— ¿Dónde la traería? —Se cruzó de brazos frunciendo el ceño—además, ¿para qué? Ni siquiera sabes tocar la guitarra… Y créeme que no se te abrirá de piernas solo sosteniéndola como sueles hacer—el arrendajo abrió el pico pero lo volvió a cerrar, se veía frustrado pero se notaba en su cara que no planeaba perder el valiosísimo tiempo que tenía en el pasado discutiendo con su amigo—oye…—se calmó también Rigbone, mirando los cuerpos tirados en el suelo— ¿Ya viste si están vivos? —Murdercai de pronto se notó asustado y se tiró de rodillas a revisar el pulso del ave de veintitrés—oh, claro… Gracias por preocuparte—se agachó también a ver el pulso del mapache—sí, todo en orden…—su amigo suspiró—y ahora… ¿qué hacemos?

—Uhm… —Murdo se acariciaba la barba mientras pensaba, pensaba en cómo sería salir consigo mismo, la forma en que lo lograría y… Recordó la competencia—creo que primero… Debo encargarme de Margarita—sonrió maliciosamente, con una excelente idea creándose en su cabeza, al mapache se le pusieron los pelos de punta pero compartió la sonrisa.

-Fin del cap. 3-