De universos alternos(...) 5

Advertencia: Mordocest. Spoiler del capítulo "Mordecai y los Rigby's".

Nota: Las versiones rockstars serán llamadas "Murdercai" y "Rigbone", con el único objetivo de evitar confusiones más adelante cuando se junten todos.

Capítulo 5: "Heridas salvadoras"

— ¡¿Qué mierda fue lo que hicieron?! —Mordecai llegó gritando a la habitación, pero no es como si ese grito que casi los ensordeció fuese el único signo de su furica llegada, el sonido de las ruedas del carrito derrapando en la entrada fue una pista bastante aclaratoria. Solamente de ver el rostro colérico del ave menor los dos roqueros lograron entenderlo todo; había ido al café. Tenía un ojo en tinta e irritado, haciendo una curiosa mezcla de violeta, azul y rojo, por otra parte, sus plumas se encontraban desordenadas y algunas se notaban a punto de salirse, como si hubiese logrado escapar a duras penas de una feroz paliza.

—Oh, Mordo…—Murdercai se acercó a él con una enorme expresión de preocupación, ya vestido con su ropa usual, queriendo abrazar al menor al notar lo lastimado que estaba, pero un ala azul le dio un golpe parecido a una bofetada obligándolo a retroceder.

— ¿Qué-mierda-hiciste? —Preguntó nuevamente entre dientes, como si evitara con todo su autocontrol tirarse a golpearlo salvajemente.

—Solo… Te la quité de encima—respondió tratando de sonar relajado, sabiendo naturalmente lo volátil que era cuando estaba con ese nivel de enojo—vamos, Mordecai… ¡Soy tu yo del futuro! ¿No crees que eso me haga saber mejor cómo es esa chica? —Trató de razonar con él a sabiendas que en ese estado era imposible—Te salvé, hermano…

— ¡No me importa! ¡Yo no soy como tú! ¿Entiendes? —Alzaba la voz provocando que esta se enronqueciera a momentos, como si su garganta ya no pudiese más— ¡Mi futuro no eres tú! ¡Puede que en mi futuro yo estuviera con Margarita! —Sintió una fuerte punzada de celos— ¡Pero ahora nunca podré saberlo porque lo arruinaste todo! —Se cruzó de brazos, dejando ver la marca rojiza de una herida en su ala izquierda que le impedía moverla con normalidad— quiero que se vayan…—siseó haciendo que un ligero escalofrío recorriera la columna de Murdo, en otra situación quizás pensaría lascivamente cómo sería el menor en la cama con tal estado de salvajismo, pero la preocupación que le causaba que estuviese tan lastimado lo tenía con la cabeza en otro lado— ¡No me importa meterme en líos! ¡Ni que fuese algo nuevo! ¡Pregúntenle a Skips cómo y lárguense! —Rigbone miraba todo con una ceja arqueada, preguntándose qué diría ahora su amigo para conseguir quedarse en esa dimensión.

—Hey, tranquilo…—puso sus dos alas por delante—escucha yo… eh… Supongo que lo siento—se rascaba la nuca viendo a cualquier lugar menos a los ojos de su homólogo, incapaz de mentir como lo estaba haciendo si los mirada—tienes razón, no debí entrometerme en su relación… Y, podría tratar de saber cómo irme pero… Pero, ¡puedo hacer algo por ti! —Vio como el menor entrecerró los ojos peligrosamente—quizás sea tarde para salvar su… "amistad"—hizo comillas—pero… podría cubrirte en el trabajo mientras tu ala se cura…—pareció sopesar la posibilidad en lo que Murdo gimoteaba interiormente, trabajar no era algo que le entusiasmaba mucho, especialmente en el parque en el que creyó no volver a hacerlo— ¡Sí, eso! Tendrías días libres sin que fueran descontadas de tu sueldo y… y… ¡No tienes que preocuparte por dónde dormiremos! No tienes que conseguirnos otro cuarto ni camas ni nada… Dormiremos en el armario—el mapache hizo una mueca, demostrando que no tenía planeado dormir en un espacio tan pequeño con su mejor amigo de años de quien antes estuvo enamorado, pero el ave le mandó una mirada de soslayo a través de los anteojos de sol, provocando que soltara un resignado suspiro, con cara de "vale, pero me debes una grande…"

—…—Mordecai miró su ala herida, como pensando cuánto tardaría en sanar y luego miró con el ceño fruncido a su homólogo—dos semanas…—advirtió apuntando con su ala derecha y el ceño fruncido—en dos semanas se marchan ¿de acuerdo?

—Yo…—pensó un momento, ¿serían dos semanas suficientes para conseguir el corazón del arrendajo menor? No estaba del todo seguro, pero entendía que no conseguiría más plazo, considerando que ya era milagroso haber conseguido las dos semanas—…De acuerdo.

—Bien…—asintió ligeramente con la cabeza y luego se dirigió al baño, aun con expresión de fastidio en su cara—iré a darme una ducha…—el mayor se tensó ante la idea y siguió al arrendajo con la mirada, evidentemente en un debate mental.

—Adelante… Ve—le dijo al fin su mejor amigo mapache apenas la puerta del baño se cerró—según recuerdo, hay una tubería que tiene su ventila en el baño…—Murdercai salió corriendo como alma que lleva el diablo, provocando que Rigbone rodara los ojos… Realmente ¿cuándo rayos se había vuelto él el maduro?

—Maldita sea, Mordecai, ¿por qué rayos me dejaste tirado en el café? —Llegó Rigby pateando la puerta del cuarto realmente mosqueado y se notaba cansado—Me hiciste caminar…—se enjugó el sudor de la frente— ¡Solo por eso tendrás que cubrir mis tareas de los próximos…! —Fue entonces que reparó en que su amigo no estaba en la habitación, encontrándose con el mapache mayor sentado junto a su trampolín—hey…—saludó levemente— ¿Has visto a Mordecai? —Consultó como si fuese totalmente normal hablar con tu "yo" del futuro.

—Se fue a duchar después de gritarle a Murdo…—contestó sintiendo que de pronto el corazón se le aceleró y le dio una sensación extraña en el estómago ¿qué rayos le pasaba?

—Oh…—pareció calmarse y se sentó en su trampolín junto al otro—y… bueno…—lo miró con una sonrisa— ¿Qué será de mi futuro? —Rigbone pareció pensar al respecto y finalmente se decidió a decirle aquella verdad que le ocultaban al arrendajo.

—Sinceramente no tengo idea…—Suspiró—nosotros dejamos de ser su futuro en cuanto dijeron que no al playback… Venimos de un universo alterno y… no, no vinimos a reparar nada. Si Skips nos envió fue por pura petición nuestra—Rigby lo miró impactado y dudoso.

—Entonces… eh… ¿Cómo puedo decirte?

—…—Lo pensó un momento—solo… "Bone"

—Bien, Bone…—sintió un escalofrío al escuchar su apodo siendo dicho por alguien distinto de su mejor amigo, pero, de alguna forma, pensaba que sonaba incluso mejor de los labios del mapache menor—entonces, ¿qué hacen aquí? —El mayor dirigió la mirada al cuarto de baño, tratando de recordar cuánto demoraba normalmente Mordecai en ducharse antes de dar la explicación.

—Murdo…—Se acercó un poco y hablaba en susurros, Rigby sintió un escalofrío recorrerle la columna vertebral al sentir el aliento del otro en su oído—Murdo vino aquí a conquistar a Mordecai…—sintió como el más pequeño pegaba un ligero salto y consiguió cubrirle la boca con ambas patas anticipando el "¡¿Qué?!" que habría salido de ella—lo sé, es extraño… Pero sinceramente no lo veo taaaaaaan imposible.

—…Ya veo—se quitó las patas del contrario de la boca para poder hablar—entonces, lo que siento por… Tú sabes…—no quería tener que decirlo, sabía que el otro entendía.

—Nunca llegué a decírselo—contestó simplemente—y con el tiempo… Pasó a algo fraternal—le sonrió—tranquilo, ¿sí? Todo estará bien…—le acarició la cabeza suavemente provocando que el menor se sonrojara y relajara poco a poco, acurrucándose juntos tranquilamente, como si olvidasen de pronto que en cualquier momento podría entrar alguien y atraparlos.

—Por cierto…—luego de un largo rato Rigby rompió el silencio tan reconfortante que los envolvía—Eileen hoy en la cafetería me miraba y hablaba raro… ¿Tienes algo que ver?

—Oh, claro—soltó una risita el mayor, sintiéndose con las mismas ganas de reír que seguramente sintió Murdercai al decirle a su homólogo lo de Margarita—no es nada preocupante…—siguió rascando detrás de las orejas consiguiendo que se destensara mucho—simplemente… Ella sabe que eres gay.

-Fin del capítulo 5-