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De universos alternos(...) 8

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FannishaUsui's avatar
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Advertencia: Mordocest. Spoiler del capítulo "Mordecai y los Rigby's".

Nota: Las versiones rockstars serán llamadas "Murdercai" y "Rigbone", con el único objetivo de evitar confusiones cuando están todos juntos.

Capítulo 8: "Sully Jan"

Mordecai se limpió el sudor de la frente con el ala derecha, para lo temprano que era el calor resultaba insoportable... Apuñaló una lata de soda en el suelo con el palo puntiagudo con que recogía la basura para luego ponerla en el morral descolorido que pendía de su hombro. Con el ala izquierda entablillada y colgada con un pañuelo de su cuello y las bolsas violetas bajo los ojos no daba sino un aspecto deprimente, pero él, como pocas veces, no tenía intenciones de darse un descanso.

No había logrado dormir en toda la maldita noche.
Primero, porque cuando quiso dormir se encontró con el otro arrendajo ahí y fue incapaz de despertarle.

"Duerme con él" le había dicho Rigbone con una sonrisa molesta mientras se metía al armario. La idea solo le consiguió un inexplicable sonrojo y que media hora después estuviese tirado en el sofá con una manta encima.

Segundo, porque todavía tenía dos temas inconclusos con Rigby y no sabía cómo abordar ninguno.

Y tercero... No entendía en lo absoluto por qué se sentía de cierta forma extraña en relación a su yo del futuro al cual debería odiar terminantemente pero no lo conseguía.

Apretó una lata con fuerza en su ala haciendo que el metal se doblara por la fuerza de su creciente enojo, seguidamente la tiró nuevamente al suelo y volvió a meterla en el bolsito desteñido con ayuda de la vara. Continuó trabajando un momento después.

A él hace tiempo le había gustado Rigby y hace poco se enteró de que, en su tiempo, fue mutuo. Pero aunque con ello debieron haber confesado todo lo que pasaron, la realidad fue que simplemente había quedado con un "esto nunca pasó" de su parte que no consiguió aliviarlo en lo absoluto. Solo echó tierra encima y sabía que pronto habría de desenterrarlo para poder conseguir calma.

Otro tema no menor que lo tenía con las plumas de punta se trataba de la confesión que le hiciera su amigo el día anterior. "Creo que estoy enamorado de Bone..." Las palabras le rebotaban en la mente ¡Enamorado de Bone! ¡Si no era más que él mismo! ¡En el futuro!

...

Bien, era entendible que el tema fuese inesperado y bastante... Extraño, por decirlo de algún modo, pero nada justificaba los gritos y palabras fuertes que le había dedicado al pobre mapache. Clavó el palo muy rápidamente en el resto de la basura y la metió en el morral mascullando maldiciones en voz baja por todo lo que le estaba ocurriendo.

—Debí haber echado a esos dos apenas llegaron…—se lamentó sintiendo una desagradable punzada en la boca del estómago al pensar en que los mayores se largaran. No entendía nada… Quiso ensartar otro trozo de papel en la punta afilada, pero entonces se dio cuenta de que no había más. Dirigió la vista a su alrededor, nada de basura. Absolutamente nada… Soltó un bufido, había acabado antes de las ocho de la mañana su trabajo y el de Rigby para todo el día.

Tiró todo al suelo haciendo que un ardor horrible se extendiera por las terminaciones nerviosas de su ala dañada, logrando que un quejido saliera de su pico. Caminó a la salida del parque lentamente, considerando que Murdercai no tenía trabajo pensó que quizás andaría detrás de él como cuando tenía tiempo libre, y él no tenía ánimo para aguantar a nadie. Ni siquiera a sí mismo.

La relación con Rigby siempre fue sencilla. Eran amigos desde su más dulce e ingenua niñez, no tenían por qué ocultarse nada ni fingir estando en presencia del otro, sino que se comportaban muy naturalmente… ¡Si inclusive andaban desnudos por la vida! Fue por eso que cuando, a los veinte años, comenzó a tener sentimientos más allá de la amistad con respecto al mapache sintió que se moría… Realmente ¿qué podía hacer? ¡A él debería gustarle Margarita! Y estaba seguro que, a pesar de las evasivas de Rigby, a él le gustaba Eileen… Por lo que no tenía oportunidad en lo absoluto.

Años pasaron, y ahora en el presente resultaba que hace bastante poco había conseguido dejar de ver con esa luminiscente admiración a su amigo de la infancia… Y ahora esto. El haber besado a Rigbone no le pareció asqueroso en lo absoluto, por más que la actitud molesta hacia su persona de parte del mapache le desagradara a sobremanera. El besar a su mejor amigo del presente había sido algo totalmente parte de un impulso del momento, le había irritado de una forma terrible el que Rigby insinuase que él había sido quien había provocado el ósculo que había compartido y, harto de todo, no pudo más que hacer justamente eso; provocar el beso.

No sintió fuegos artificiales, chispas de colores, arcoíris ni nada que presagiara que los sentimientos sobre el mapache continuasen, sino que le confirmaban el hecho de que todo se había esfumado. La fraternidad permanecía y podía sellar esas sensaciones, caminar hacia adelante…

O eso tendría que haber sido.

El saber que en su momento resultaba correspondido fue bastante… Shockeante. Y ahí se presentó el problema; se guardaron todo y concordaron que nunca había pasado ese íntimo momento, todo por su maldita bocota que le había demandado decir eso.

Se sentó en un callejón apestoso y sucio, pegando las rodillas al pecho. No tenía ganas de nada, le dolía la cabeza y aun así sentía que debía continuar tratando de dar solución a los temas. Todos los cabos debían unirse si deseaba la paz mental suficiente como para dormir un poco.

—Y luego vino lo otro…—suspiró soltando un gemido lastimero. Rigby estaba enamorado de Rigbone según sus propias palabras. Su mejor amigo había confiado en él para revelar aquello que resultaba ser algo realmente delicado… Y él le había respondido de tan mala manera.

"¡Eso es enfermo! ¡Eres tú mismo Rigby, entiéndelo! ¡Simplemente no puede ser! ¡¿Qué mierda pasa contigo?! ¡Estás mal de la cabeza! ¡Me das asco! ¡¿Te gusta autocomplacerte?! ¡¿Quieres un candado chino (*) ahora?!"

Estuvo un buen rato diciendo cosas hirientes al respecto. Rigby se notaba triste, pero tuvo la dignidad de largarse antes de ponerse a llorar… Momentos después Mordecai notó la estupidez que había hecho. Se sentía horrible… Y una parte diminuta de sí mismo que apenas podía hablar en un débil eco le había insinuado que probablemente el nivel tan grave de enojo era debido a su propia de negación; "no puedes estar con ti mismo en el futuro". Ese era el mensaje que tenía grabado, que había provocado todo y le causaba un aparentemente inexplicable dolor en el corazón.

Si había algo obvio para él en el enredo que representaba en ese momento su mente, era el hecho de que debía disculparse con su amigo. Y en grande.

Luego estaba el maldito tema que eran sus versiones futuras.

Rigbone era un caso especial, era como su amigo… Pero parecía tener algo en su contra. Gustaba de desafiarlo para conseguir lo que quiere y siempre parece tener todo fríamente calculado, aunque seguía siendo el mapache descuidado de siempre. No entendía cómo Rigby había resultado enamorado de alguien así de desagradable, pero considerando que había estado enamorado de "ese mismo hombre" no tenía mucho derecho a reclamar.

Murdercai tenía su propio tema. Las diferencias entre él y ese hombre eran tantas que aún no se convencía del todo de que se tratara de sí mismo. El primer encuentro fue terrible en extremo, incluso terminando en una pelea a causa del uso de playback, siendo que en un principio se llevaban bien. Cuando volvió casi le hizo vomitar bilis. Primero le da el susto de su vida apareciendo sobre él en plena noche y luego lo suplanta, consiguiendo que Margarita no le quiera volver a hablar en su vida… Oh, y claro, la golpiza de la que logró escapar por las plumas.

Aún le quemaba algo dentro recordar todo lo que provocó el maldito "roquero", pero la verdad es que luego de verlo trabajar para que pudiese descansar logró tranquilizarlo bastante, llegando incluso a pensar que podrían volver a llevarse bien… Aun así, eso no explicaba en lo absoluto la fascinación que sentía por ver más de su cuerpo o los escalofríos que sentía al escuchar la voz ligeramente más ronca.

Quiso excusarse a sí mismo pensando que eran las hormonas, aunque la pubertad no era algo válido considerando que contaba ya con veintitrés años. Quería estar enojado con el mayor, realmente lo deseaba para no tener que enfrentar esas sensaciones… Pero era cosa de ver su sonrisa y olvidaba absolutamente todo. Especialmente, olvidaba a Margarita, la chica a la que había perdido.

Es como si cada vez que admirada al arrendajo un par de centímetros más alto algo dentro chillara; "¡Al diablo con Margarita!".

Soltó un ligero sollozo ¿por qué mierda lloraba? Se estaba comportando extraño desde que ellos habían vuelto, era algo que ni él se podía negar. Comenzó a mover su ala herida, queriendo que el dolor acalambrado lograse apaciguar y olvidar un momento las punzadas que se extendían desde la boca del estómago hasta su corazón que parecía correr el doble de rápido cuando pensaba en el problema de Murdercai.

Se levantó y con toda la frustración que sentía pegó un puñetazo con su ala derecha a la pared. Sintió su frágil hueso (**) partirse en dos, causando un fuerte alarido en él, que volvió a caer al suelo con sus dos alas lastimadas, en un lugar que le era desconocido, con un lío mental horrible, sueño al extremo y las lágrimas agolpadas en las esquinas de sus ojos queriendo salir. ¿Podía realmente ser peor?

—Miren esta dulzura…—Miró hacía arriba para encontrarse con un grupo de gatos enseñando los colmillos con sonrisas amenazadoras y un putrefacto olor a pescado podrido. En sus voces venenosas se dejaba ver que el apodo "dulzura" que tanto desagradó al arrendajo se decía con un deje de burla total—se ha venido a meter al callejón de Sully Jan y a marcarlo como si le perteneciera…—Mordecai se preguntaba entre dolores insoportables a qué se refería con eso, cuando entonces vio que unos pequeños gatos asustados trataban de sacar con sus garritas las manchas de sangre que quedaron en la pared por el impacto del golpe— ¿Qué hacemos con el pajarito, chicos? —Inquirió el que parecía líder, de color atigrado y ojos verdes afilados—está desnudo como un puto… No tiene dinero para darnos—el arrendajo frunció el ceño y la boca cuando escuchó eso, se sintió profundamente ofendido—deberíamos llevarlo a conocer a Sully… ¿No creen? —los demás asintieron alabando al tipo que probablemente no pasaba los dieciocho años. Mordecai sintió un escalofrío, no conocía al tal Sully, pero estaba seguro que no lo llevarían precisamente a tomar el té con él.

El cómo logró escapar fue algo bastante extraño. El tal Sully resultaba ser un enorme tigre, gordo, viejo y ciego, pero con poderosas mandíbulas. Se guió gracias al olor de forma sorpresivamente rápida, precipitándose con fuerza hacia el ave que logró alejarse por la agilidad de sus piernas, pues sus alas colgaban inmóviles de su cuerpo. Fue un choque lo que consiguió sacarlo del lugar, pues a causa de su preocupación no vio la pared y quedó ensartado en ella, causando que la sangre de sus heridas cayera ahí, de forma que el olor atrajo fuertemente al tigre que impactó en el mismo lugar. Los lacayos abrieron la jaula y se metieron presurosamente para ver el estado de Sully Jan, causando que Mordecai escapara en medio del pánico, de paso dejándolos encerrados entre barrotes oxidados.

Volvió al parque sudoroso, exhausto, ensangrentado y adolorido, pero con una convicción suficiente como para seguir erguido orgullosamente como estaba. Resolvería todos los malditos problemas que tenía.

No había excusas ni cambios que valieran.

-Fin del capítulo 8-
(*) Me la pensé bien si agregar esto… Un candado chino es un movimiento sexual por la cual el pene se dobla y mete en el ano… Pero ambos de la misma persona. (El propio pene dentro del propio ano) Esto es muy peligroso, el pene se puede romper hasta donde sé.

(**) Dato sobre aves; para poder volar precisan ser ligeros y por tanto tienen los huesos huecos. Considerando que mi teoría es que Mordecai no vuela porque le cortaron las plumas, me parece que él podría también tener los huesos así.

Feliz cumpleaños a mí~! Me regalé este cap. =) es solo Mordo por doquier así que es totalmente mi gusto xD (¿?) en todo caso dejé bastante maltrecho al pobre Uu pero juro que tengo mis razones… Primero, porque Mordo necesitaba estar en una fuerte situación de vida o muerte para darse cuenta de lo realmente insignificantes que resultaban sus problemas en comparación de lo que provocaban. Segundo, porque así se gatilla la preocupación de Murdercai y esto será un punto importante en el siguiente cap. Eso, ojalá les haya gustado =)

Y no teman, los huesos de Mordo estarán bien xD no diré cómo, pero todas sus heridas sanarán, excepto por su ala izquierda a la que concedí cierto… "Poder" por decir de alguna forma x)

Agrego: El fic contendrá lemon owo pero como me cuesta escribirlo no diré cuándo para que no me presionen xD
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jeisamoraroq's avatar
increible y feliz cumple amiga acuerdate k t debo el dibujo xD